Foro / Sociedad

Hay que castigar al menor como ello merece

Última respuesta: 14 de enero de 2008 a las 16:43
M
mujerindomableh
11/1/08 a las 17:19

Conviene saber, que en inmensa mayoría de niños y jóvenes; saben perfectamente dónde les aprieta el zapato. O sea, más claro; que desde muy niños saben distinguir el bien y el mal; por tanto considero, demasiado de blandenguería en las penas a aplicar en ciertos delitos que realizan los niños o jóvenes; máxime si esos delitos son de índole criminal. Y ello, por cuanto muchos (demasiados ya) de estos niños o jóvenes perversos; se animan a actuar sobre la base de la impunidad en que van a quedar hagan lo que hagan; puesto que su pretendida minoría de edad, les va a salvar de las responsabilidades que merecen. Es más, esos perversos especímenes, en su perversidad, animan a otros menos podridos, a que les sigan en esos hechos criminales; asegurándoles igualmente, que no pasará nada. No hablemos de los mayores que emplean a menores para cometer delitos, sobre igual base de la impunidad en que van a quedar hagan lo que hagan y de lo que son ampliamente informados.
Lo que de ninguna de las maneras puede seguir ocurriendo, son esos hechos que se repiten con una frecuencia que debiera ya abochornar a los que dicen gobernarnos.

Cuando esto escribo es una mujer de cuarenta y tres años, la que en Medina del Campo (Valladolid) es apaleada por una jauría de nada menos que veinticuatro jóvenes y niños; que tras apedrear su casa y salir esta indefensa mujer, para hacerles ver su mal comportamiento; la atacan y tras abofetearla y tirarla al suelo, e incluso darle patadas incluso alguno animando a que se las den en el bazo; dejan a la pobre mujer tan maltratada que tuvo que ser ingresada en un hospital y le van a quedar secuelas físicas y psíquicas para toda su vida y menos mal que no la mataron (algunos ya asesinaron por aburrimiento y fue publicado hace años en la prensa).
Mientras le propinaban tan brutal paliza, algunos de esos perversos lo grababan en sus telefonines, para luego y sádicamente, verlo con tranquilidad e incluso tratar de colgarlos en Internet; como trofeo, supongo de un hecho repugnante y que merece cárcel y por bastantes años.

Y no; no me vale lo de niños y jóvenes la perversidad así como la bondad, se va notando a bastante tierna edad; y ello lo saben los padres y maestros, que son los llamados a corregir o pedir ayudas para esa corrección si es que son impotentes; para ello existían los correccionales; que por lo visto han desaparecido y ahora lo que se estila, son hoteles de lujo, para los pocos que cogen y tratan de reconducirlos; pero por lo visto, si aquellos correccionales eran detestables estos de ahora, es que no sirven para nada y por tanto habrá que estudiar lo que se puede y debe hacer; pero desde luego hay que internarlos de inmediato y enseñarles en primer lugar, disciplinas y obligaciones humanas que no saben apenas ninguna; sólo el derecho del más fuerte y el más bruto; cosa que ni en las tribus más salvajes existe; puesto que esos salvajes han estado mucho mejor estructurados familiar y jerárquicamente, que lo están las sociedades modernas y donde falta disciplina y jerarquía natural, ocurre lo que está ocurriendo y no sólo en niños y jóvenes o sea y más claro; que la sociedad se está descomponiendo en grados muy preocupantes, simplemente por cuanto sólo hay derechos y nadie enseña las obligaciones, que pienso, son antes que los otros.
Y para tratar de enmendar algo de esto; los inútiles políticos han legislado que no se le puede dar ni una bofetada a un menor ni aún su padre o madre.
He vivido lo suficiente para saber que en mis épocas de niño y jovenzuelo, cualquier mayor, jefe de trabajo y no digamos pariente cercano o padres te podía dar un pescozón y si te lo daban por tu bien (se nos decía) si reclamabas a tus padres y se enteraban igual recibías dos como reconocimiento dos pescozones, digo y no pasaba nada; simplemente se nos enseñaba desde pequeños, la disciplina necesaria y conveniente, para que supiéramos entender aquellas grandes palabras todo el monte no es orégano. Es más, cuando alguno era llevado por los padres a un taller de cualquier oficio; la recomendación era enséñamelo a trabajar y que aprenda y si tienes que darle un pescozón, dáselo. Malo o bueno, pero la verdad había infinitamente mucha menos delincuencia que hoy nos asola.



Antonio García Fuentes
(Escritor y filósofo)
www.jaen.ciudad.org (allí más)

Ver también

M
mujerindomableh
11/1/08 a las 17:48

Como dice carlos herrera
muchos padres de ahora por dárselas de colegas de sus hijos no hacen más que darles la razón y quitársela, por ejemplo, a los profesores. Algunos maestros amigos míos me contaban que tenían que soportar a madres petardas diciendo que su hijo de 6 años les venía con tal o cual chisme del colegio, ejemplo: que la maestra había tenido preferencias por otro niño, etc.
La mejor respuesta es la que dió una de mis amigas y fue: señora si hiciéramos caso de todo lo que los niños dicen, porque viene contando cada cosa de sus padres...
Cuando yo iba al colegio, y no ha llovido tanto desde entonces, lo que dijera el maestro era sagrado... cómo ha cambiado la película por desgracia..ahora su palabra no vale un duro.

M
mujerindomableh
12/1/08 a las 8:56

Ayer tuve otro mal ejemplo de una madre
Los niños tuvieron fiesta de cumpleaños de una niña del cole, pues una madre me dijo que su hijo no iría porque estaba castigado, la vímuy firme en su decisión... pues aseguraba que no iría, después, me los encontré en la fiesta de cumpleaños... y eso que yo se lo había puesto de ejemplo a mi hija, refiriendome al castigo, así que mi hija me dijo ¿ves mamá como Pablo ha ido al cumple? y me quedé sin palabras. Esa madre dió mal ejemplo a su hijo, y de paso a mi hija.

C
ceesay_9394934
12/1/08 a las 20:08

Exacto. sihoban así es.
Los problemas de los demás los resuelven los demás. En este caso esa madre con su hijo Pablo.
Basta decirle al nene, lo lamento pero tu mamá soy yo y no esa. Acá las normas son estas y punto.
Y sin ser agresiva niuna dictadora, pero la firmeza siempre hay que mantenerla.

Pero no creo en los catigos duros, si uno está constantemente pendiente de lo que sucede y corrigiendo los errores, no es necesario endurecer los castigos.
A veces una mirada o una palabra basta. El castigo corporal es para casos extremos. La penitencias surten buen efecto.

Pero lo que les hace reaccionar y entender es explicarles lo mal que se sienten los padres con su actitud. Los niños, cuando ven que sus acciones traen consecuecias en el ánimo de los padres, reflexionan. Si uno se muestra triste o apesumbrado por algo que hiceron, ellos se sienten culpables. Ningún niño desea ver a sus padres tristes. Claro esto hay que hacerlo desde pequeños sino no surte efecto..
ciao

M
mujerindomableh
14/1/08 a las 15:23

Una vez
La castigué a la hora de ir a otro cumple, con el regalo comprado y todo, y no cedí.

M
mujerindomableh
14/1/08 a las 15:44

Toda la razón
Pienso como tú, prefiero que carezcan de algunas cosas, a consentirles y darles todo. La vida es dura, y los hijos deben aprender, que todo conlleva esfuerzo, efectivamente.

M
mujerindomableh
14/1/08 a las 15:46

Debió ser error mío.
Te pido disculpas por ello, a veces tengo a los niños conmigo jugando y eso hace que no me centre en lo que hago a veces.

C
ceesay_9394934
14/1/08 a las 16:43

Iluminada. quéééeé? cómo que lo habías puesto vos????.
Todavía estoy por entender lo que pasó con las charlas desaparecidas. Y ahora esto.???????????

no entiendo. a ver si prestamos más atención y notamos más cosas.

beso Ilumy, estamos atentos sí???.

claudia.

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