En estos años de Democracia solo nos ha quedado clara una cosa: 'A más Estado más corrupción'.
Y a lo largo de este último año también nos ha quedado clara otra: 'las medidas de quienes pretenden luchar contra la corrupción únicamente aumentando lo público en perjuicio de lo privado, no sólo son inútiles, sino que aumentan la corrupción'.
Y es que mis queridas amigas, el mayor control público no garantiza una mayor transparencia en comparación con el sector privado, ya que lo privado tiene que justificarse ante los accionistas e inversores. Mientras que el dinero público no es de nadie (la sociata Carmen Calvo Poyato dixit).
Repasemos:
A. Las cajas de ahorros, que eran controladas por partidos y sindicatos, han sido usurpadas por ellos mismos.
B. Las instituciones públicas controladas por los partidos han sido usadas para prevaricar, para enchufar a amigos y coleguillas de parranda, corrupción, y malversación (ejemplos: los EREs, el 3% de Cataluña, la fortuna ilegal de los Pujol, etcétera).
No valen, pues, las recetas que nos quieren vender los partidos intervencionistas, que con el rollito de la defensa del ciudadano, creen ( o no lo creen, pero les interesa ) que haciendo mayor al Estado, no existirá o será mínima la corrupción.