Acabo de leer la noticia de que a un mecánico de Reus le imputan delito de odio por negarse a reparar el coche de una policía. Pues estoy de acuerdo con el mecánico

Hablamos, claro está, de sitios PRIVADOS. Las discriminaciones en lugares públicos, o emplados públicos, o que reciban dinero público, son inadmisibles.
¿¿Pero en una empresa privada??
¡¡Que cada cual haga lo que le salga del güevo izquierdo!! ¡¡Faltaría más!!

Tines derecho a NO sentirte español, por los motivos que te plazca, no es necesario ni que los espliques, o a no ser fofisano, o no ser agnóstico, o amante de la ciencia-ficción. Todo el mundo tiene derecho a odiar lo que le salga de los güevos, pero dentro de la Ley..

Señora por la misma razón que no puede elegir si atiende o no a una persona negra. 

Léase la Ley que regula el DERECHO DE ADMISIÓN. 

Ojo!! Yo doy mi opinión y lo que a MI me gustaría. Yo no quiero negar a nadie sus derechos legales, ni incitar a la violencia contra nadie. Pero ¿¿quiénes son los poderes públicos para obligarme a relacionarme con quien no quiero relacionarme??
Y sí, las conductas repugnantes (ejemplo: no servir a un negro por ser negro) DEBEN castigarse, pero NO ES EL ESTADO quien tiene que castigarlas, sino la sociedad. Es más, si alguien es racista y discrimina en su negocio por raza, yo quiero saberlo, para así tener claro en qué negocio no debo gastar mi dinero. 
Pero no por ello dejo de defender que todos tenemos derecho a desaprobar, o incluso a odiar, a quien queramos. ¡¡Pues solo faltaba que tenga que gustarnos todo el mundo!! Y si no quiero atender a uno del Klan, o a un policía español, o a un homosexual, o a un catedrático de arameo, ¿¿por qué va nadie a obligarme??

Las Leyes también son modificables. El derecho de admisión me parece ridículo, por qué restringe libertades innecesariamente, ya que con eso puedes poner normas tipo 'prohibido el uso de zapatillas' y cosas así.
A mi me parece que una debería poder tener derecho a levantarse un día de mal humor y no admitir, si no le da la gana, a nadie. Es MI empresa.

Exactamente, el policía es un funcionario público.
Quiero aclarar que todo en la vida tiene excepciones: En caso de ser alguien muy poderoso o en clara posición de dominio, SÍ podría estar justificado que el Estado interviniera legislando para corregir. Ejemplo: Alabama años 50.

Quiero hacer un anexo a lo que te he contestado antes:
En España todos tenemos garantizado el derecho a no ser discriminados por ideología, raza, sexo o religión (como bien apunta la Constitución). Por eso los poderes públicos (incluido el policía del taller) están obligados a tratar a todos por igual. Sin embargo, las personas y las empresas privadas tienen la libertad de elegir con quién tratan y con quién no. A mí, nadie me puede obligar a relacionarme con quien no quiero, ni a servir a quien no quiero.

Todos tenemos derecho a tener nuestros odios y nuestras filias, y a escoger con quién tratamos. Lo único que sucede es que, si ejercemos ese derecho a no servir en nuestro hotel, por ejemplo, a un líder del Klan o a un marica, esa decisión es posible que sea criticada, y a lo mejor resulta que esa decisión nos hace perder algunos clientes. Pero, ojo!!, también es posible que nos haga ganar otros.

Lo del payes queda aparte, por supuesto yo me negaría a atenderle.