La seña de identidad de Pigdemont es que carece del sentido del ridículo. Pigdemont es tan extravagante como cortito y acompañado de Romeva, que lleva una tarjeta que dice: minister of Foreign Affairs, Institutional Relations and Transparency, se dedica a recorre el mundo para avisar de la 'buena nueva': la república catalana.
A Pigdemont y al pelota del minister, les tira de los güevos que no les reciba ni la limpiadora porque viajan en VIP y paga el pueblo, para entrevistarse (fotos no hay) con Carter, un lerdo tipo Cetapé..