Sin el menor género de duda es la izquierda la ideología más asesina de la historia. Se calcula que lleva en su haber más de cien millones de muertos. Solo en España llevan más de cien años asesinando sin tregua, antes de la Guerra Civil, durante la Guerra Civil, y después de la Guerra Civil, desde los antiguos anarquistas hasta la ETA, pasando por el GRAPO, Terra Lliure, y el GAL sociata. Teniendo entre su currículum el asesinato de cinco presidentes de gobierno, además de otros muchos asesinatos, consumados o intentados, lo que nos deja a la vista que la izquierda siempre está presta a utilizar el atentado terrorista si fuera menester para lograr sus fines, no lo digo yo, lo pregonó el mismísimo Pablo Iglesias en el mismísimo Parlamento; recordatorio:
El 7 de julio de 1910, Pablo Iglesias, en el Congreso de los Diputados amenazó con que el PSOE recurriría al atentado personal si Maura llegaba al poder; éstas fueron sus palabras:
""...el partido que yo aquí represento aspira a concluir con los antagonismos sociales, a establecer la solidaridad humana, y esta aspiración lleva consigo la supresión del Magistratura, la supresión de la Iglesia , la supresión del Ejército, y la supresión de otras instituciones necesarias para ese régimen de la insolidaridad y antagonismo ....estaremos en la legalidad mientras la legalidad nos permita adquirir lo que necesitamos; fuera de la legalidad cuando ella no nos permita realizar nuestras aspiraciones...//... Tal ha sido la indignación producida por la política del gobierno presidido por el Sr. Maura , que los elementos proletarios, nosotros de quien se dice que no estimamos los intereses de nuestro país, amándolo de veras, sintiendo las desdichas de todos, hemos llegado al extremo de considerar que antes que Su Señoría suba al poder debemos llegar al atentado personal.""
Quince días después, Antonio Maura sufrió un atentado terrorista. Cuando estaba en la estación de Francia en Barcelona, el socialista Manuel Posa Roca, disparó contra él, siendo alcanzado en una pierna. Al día siguiente se organizó una protesta en el Congreso a la que , lógicamente, Pablo Iglesias no se sumó.