¿donde están ahora los del "nunca mais"?

Sociedad

Tras la oleada de incendios, alerta tóxica en Galicia

El fuego en una empresa química de Pontevedra provoca una gran mancha de un disolvente derivado del petróleo que avanza hacia el mar

F. Martínez



Los vecinos observan cómo el vertido baja por el río Umia


Pontevedra- Sin tregua. Los gallegos vuelven a enfrentarse a otro problema ecológico que podría afectar directamente a su salud. La nueva amenaza es ahora un vertido muy tóxico. Los técnicos de la Administración gallega estudiaban ayer el desvío de la mancha que baja por el río Umia debido al incendio desatado el pasado viernes en la nave de productos químicos de Brenntag, en la localidad pontevedresa de Caldas de Reis.
Los primeros análisis, según fuentes de Medio Ambiente, indican que la mancha contiene productos orgánicos derivados del petróleo altamente tóxicos, pero muy volátiles. Entre otros compuestos, este disolvente derivado del petróleo lleva tolueno, xileno, oxileno, tetracloroetileno, etibenceno y una gran concentración de estireno. Según asegura Medio Ambiente, se ha constatado que la mancha avanza lentamente por el curso del río, de forma que, al cierre de esta edición, se encontraba a entre cuatro y cinco kilómetros del lugar en que se produjo el vertido. Técnicos de la Consejería de Medio Ambiente y la de Pesca, así como del Servicio de Guardacostas, sobrevolaron durante la mañana de ayer el cauce del río para comprobar la evolución de la mancha, de color azulado, mezclada con otros tonos blanquecinos y que ya está provocando a su paso la mortandad de la flora y fauna de la zona, algo perfectamente visible.
Potabilidad
No obstante, la mancha no ha llegado a las zonas de captación de agua para la población de los ayuntamientos afectados, que son los de Vilagarcía, O Grove, Meis, Ribadumia, Meaño, Cambados, Illa de Arousa, Vilanova y Portas, con un total de unos 100.000 habitantes.
Las fuentes insistieron en que la captación de agua del río Umia se suspendió desde el viernes, por lo que existe una garantía absoluta de que la que sale del grifo es potable y no se tomará agua de este cauce hasta que el problema esté resuelto. No obstante, los representantes municipales de la Diputación y de la Xunta pidieron a la población que se restrinja al máximo el consumo, para que las vías alternativas puedan mantenerse sin llegar al corte del suministro.
Con la información de los primeros análisis y las circunstancias del desplazamiento de la mancha y la situación río abajo, los responsables de las distintas administraciones estudiaron replantear la estrategia, que consistía en hacer un bypass al río para canalizar la mancha y separarla del curso del cauce, informa Efe.
El objetivo era recuperar el agua de suministro a la población, pero también impedir que la contaminación llegara al mar, pues en la desembocadura del Umia se encuentra un rico banco marisquero y se verían afectadas también zonas de bateas de producción de mejillón.
Así las cosas, ayer por la tarde comenzaron las obras de canalización de un tramo del río Umia para puentear el vertido tóxico y llevar agua potable a la población. Se trataba de realizar una canalización en superficie de 20 kilómetros hasta la estación de bombeo. Además, la Xunta había ordenado la movilización de cisternas para llenar los depósitos municipales y las estaciones de bombeo que abastecen a las localidades afectadas.
Además, técnicos de la Consejería de Medio Ambiente trataban de reducir la carga contaminante del vertido mediante la construcción de dos azudes que incorporaban sistemas de filtros. Para filtrar las manchas, los técnicos utilizaron magnesita, corteza de eucalipto triturado y carbono activo en grano.
Estas medidas se unieron al cierre de los bancos marisqueros de la zona sur de la ría de Arousa más próximos a la desembocadura del río Umia. Según señaló el Ejecutivo autonómico, los responsables de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, y de Pesca, Carmen Gallego, se encontraban al frente del operativo in situ, analizando con los alcaldes de la comarca afectada y los técnicos del Gobierno gallego las medidas más adecuadas para minimizar el impacto del vertido.
Además, el helicóptero Pesca I se había incorporado a las tareas de vigilancia del río para controlar la evolución del vertido.
Rafael Louzán, presidente de la Diputación pontevedresa, se refirió a la preocupación de los alcaldes por la situación que se había generado, pero destacó la máxima coordinación entre todos. Añadió que hay que intentar salvar los recursos marisqueros y dar servicio a la población. La situación está controlada aunque es preocupante, recordó. Según fuentes del Gobierno gallego, ya se ha abierto una investigación y no dudarán en exigir responsabilidades a la empresa alemana Brenntag.
Por su parte, el grupo parlamentario del Bloque Nacionalista Gallego presentará en los próximos días varias iniciativas en el Parlamento gallego para garantizar en todo momento la salubridad del agua, la conservación del medio natural y el suministro de los vecinos de Caldas y de toda la zona del Salnés.
Además, los alcaldes de los municipios afectados se mostraron ayer muy preocupados en la reunión que celebraron con el presidente de la Diputación de Pontevedra, con los técnicos y con los titulares de las consejerías de Pesca y Medio Ambiente.