La sala donde comenzó ayer el juicio por el triple crimen de un matrimonio de menores y su hija de apenas 9 meses se convirtió en una batalla campal. Los familiares de las víctimas insultaron a los cinco imputados, les arrojaron diversos objetos e intentaron lanzar al aire los asientos. El fuerte dispositivo de seguridad desplegado abortó la revuelta, en la que la jueza de la Sección Veintiséis de la Audiencia Provincial, Susana Polo, pidió más efectivos. Los vigilantes y la Policía Nacional -incluidos los antidisturbios- desalojaron la sala tras dejarla sin luz para desorientar a los alborotadores.
La familia formada por Amalio Molina, de 17 años, y Ada Flores, de 16, y su hija Nerea, de 9 meses, aparecía acuchillada en su casa de la calle de Sánchez Preciado, 33 (Moncloa-Aravaca) la madrugada del 5 de noviembre de 2004. Una semana después, comenzaban las detenciones.
Según el escrito de la Fiscalía, a las 23.30 del 4 de noviembre, estaba bebiendo copas en el bar Dorita de la avenida de Betanzos David Rodríguez Vega, quien comentó a Yolanda y Verónica Carlero -la segunda, propietaria del negocio-, Emilio José Varela -camarero- y Daniel Tunde -novio de Yolanda- los problemas que tenía con el cobro de unas obras de reforma en casa de su amigo Amalio. Uno de los trabajos realizados era la construcción de un cajón en el techo de la cocina para esconder cosas. David, esa tarde-noche, había estado consumiendo droga, algo habitual en él, ya que su propio defensor reconoció que llegaba a tomar hasta 9 gramos diarios de cocaína. Para la fiscal, este consumo disminuyó levemente sus facultades intelectuales y volitivas. La acusación no quiere que la toma de cocaína sea considerada atenuante de los hechos.
Los interlocutores de David le habrían animado a matar a Amalio e, incluso, le suministraron el cuchillo de cocina con que hacerlo. A las 2.30 del día 5, David y José Emilio se acercaron a la vivienda de Amalio, y engañándolo con que le iban a comprar droga, fue recibido por el joven en la puerta que da paso al patio de entrada a la casa. Allí, recibió una puñalada en el pecho y otras en la espalda. El forense certificó que también presentaba heridas propias de un tirón de pelos en la sien, que le habrían sido provocadas por una mujer, por lo que se sospecha que hubo una tercera persona, de ese sexo, involucrada, aunque no ha sido identificada.
Ada salió al pasillo de la vivienda al ver a su marido agonizando, y comenzó a gritar. Los hombres, según la acusación y la Fiscalía, la agredieron con dos cuchillos. Una tercera persona la habría sujetado por la frente. La joven intentó defenderse, y recibió 26 puñaladas. La pequeña Nerea dormía en el sofá cuando el jaleo la despertó, y comenzó a llorar. La mataron de cuatro cuchilladas.
Tras perpetrar los crímenes, los acusados habrían registrado toda la casa. Se llevaron los 3.000 euros que estaban en el cajón escondido de la cocina y varios gramos de cocaína. Sin embargo, los cerca de 1.100 euros que el matrimonio escondía en sus billeteras no los robaron. En el Renaul 19 Chamade del padre de David, los acusados habrían huido a casa de Yolanda y Daniel para ducharse y cambiarse de ropa. Dos familiares de los finados, que acudieron de madrugada invitados por Amalio a comer jamón, encontraron los cadáveres.
David, al día siguiente, no acudió a su puesto de trabajo como obrero y huyó a Torrevieja. Una llamada anónima de alguien a quien David le habría reconocido los hechos puso a la Policía sobre su pista. Un vecino aseguró que vio cómo una persona salía del coche, entraba en la vivienda y luego salía.
La defensa de David calificó la actuación policial de nula. Y llegó a decir sobre Amalio: Una persona de etnia gitana que vende droga tiene problemas con más gente. El resto de abogados defensores también pidieron la libre absolución de sus patrocinados. La fiscal solicita 51 años de cárcel para David y José Emilio por los tres crímenes, y al resto reclama 17 años para cada uno por inducción al asesinato. Un jurado popular decidirá el veredicto.
Terra Actualidad - VMT
Y pienso que por ser gitanos que pasa? A esta familia le han quitado a sus hijos y nieta. Un bebé de 9 meses, que no tiene culpa de nada, solo porque lloraba. Ojalá que los implicados no salgan de la cárcel en su vida.