La maquinaria de la Justicia está paralizada en una gran parte del PVasco y de Cataluña. Los alcaldes, concejales y demás representantes de los partidos etarras, así como los na%ionalistas catalanes hacen lo que les viene en gana sin miedo a la intervención de la Justicia.
Los casos Gürtel o los EREs andaluces son un cuento de niños en comparación con lo de la famiglia Pujolone o lo de un PVasco mangoneado por los etarras, sin que nadie se atreva a denunciar ni las mordidas, ni las recalificaciones, ni las licencias de obra, ni las subvenciones, ni la contratación de familiares y amigotes.
Ya lo dijo Pascual Maragall en el Parlamento catalán, que el partido en el poder se beneficiaba AL MENOS del 3% de las obras públicas contratadas.