Flipé a colores, sesentones que se van a buscar tías de 18 en Cuba y Thailandia, tías de 60 añotes que se van a buscar negritos a Senegal... lo peor es que estas relaciones de amor nada de nada, son puro intercambio dinero por sexo pero las dos partes se ven como objetos no como personas: la gente que va de Europa se refiere a las prostitutas y los gigolós como "carne fresca" :-0 y al revés la gente de los destinos sexuales piensa que la gente de Europa son fajos de euros andantes que sólo buscan sexo comercial sin importar la edad de las chicas con las que se acuestan, a veces incluso cuanto menores mejor.
¿Qué os parece?