Mi experiencia trabajando en un taller de confección [Explotación Laboral a la mujer]

Hoy quiero contar mi experiencia trabajando en un taller de confección en el que estuve hace unos meses. 

Tenía (y tengo) 18 años, y después de acabar bachiller el año pasado, este año decidí tirarmelo "sabático" por que no tenía claro lo que quería hacer y en mi casa la economía no andaba muy bien. Estuve buscando trabajo durante algunos meses, tuve varias entrevistas y no me llamaban de ningún sitio ya que en todas partes necesitaban experiencia (vivo en un pueblo pequeño y tampoco hay demasiadas oportunidades en cuanto a trabajo, ni tiendas, ni nada), hasta que un día colgué un anuncio en un grupo de Facebook y una chica me contactó y me preguntó si me interesaría trabajar en un taller de confección. Me lo replanteé ya que no encontraba otra cosa y le pregunté las condiciones, a lo que la chica me dijo que se me daría de alta desde el primer día y que me pagarían sobre 600€ (importante el "sobre", y que trabajaría 9 horas al día de lunes a jueves (jornada partida), y los viernes 8h (jornada intensiva). No encontraba ese trabajo y simplemente quería ocupar mi tiempo y ganar algo de dinero, aunque ya de por sí las condiciones no fuesen geniales que se diga (aunque luego todo fue 1000 veces peor). 

Empecé a trabajar al lunes siguiente, me dijeron que estuviera allí a las 8 de la mañana a si que yo fui vestida cómodamente y al entrar había otra chica nueva que también entraba ese día, aunque era mayor que yo (cabe decir que de 35 mujeres aproximadamente yo era la más pequeña de allí, pero la verdad es que al principio la encargada era muy maja, al igual que algunas compañeras, que por cierto me miraban con pena por ser tan "pequeña" y estar trabajando allí. El primer día me explicaron 2 o 3 cosas que había que hacer y me dediqué a cortar cinturas y separar pantalones (ya que van pegados con hilos y hay que cortar y colocarlos), y volver pantalones. He de decir que aquella empresa se dedica a exclusivamente a confeccionar pantalones de hombre. La verdad es que las primeras horas se me hicieron bastante largas, y finalmente desde las 8 de la mañana tenía un descanso de 10 minutos a las 10:00h y salía a las 13:15h, para luego volver a entrar a las 15:30h hasta las 19:30h. Ese día acabé con las manos llenas de heridas, ya que me dieron unas tijeras muy flojas y tenía que hacer mucha fuerza con ellas para cortar telas tan gruesas como las de algunas cinturas, y mis compañeras me avisaron de que me comprase unas tijeras más grandes (vaya, que allí tenías que comprarte tú el material si no querías acabar sin dedos). Al día siguiente llevé unas tijeras más consistentes, aunque he de decir que no servían para nada ya que me costaron apenas 3 o 4 euros aunque fuesen de costura, pero las heridas en mis manos se iban agravando y en poco tiempo estaba llena de tiritas. Era lo que me tocaba si no quería gastarme 30 euros en unas tijeras buenas, que al final es lo que tuve que hacer, siendo que 30 euros no me pagaban ni en un día de trabajo (luego calculando me pagaron sobre 20€ en realidad, pero no podía reclamar porque no me hicieron ningún tipo de contrato y tampoco me daban de alta por mucho que hablaba con los jefes que me ponían todo tipo de excusas). Cada día la encargada y los jefes me miraban con más desprecio y me hablaban peor, y sin embargo algunas de mis compañeras, sobre todo una mujer que llevaba allí ya 3 años trabajando, se convertieron en mis "protectoras". La encargada me empezó a exigir hacer más cosas a la vez, y había momentos en los que yo sentía que no podía más porque tenía que hacer 8 o 9 cosas a la vez y si me dejaba mucho rato una tarea sin atender se cortaba la cadena y eso era lo peor que podía pasarme porque la bronca que me caía era bestial. Mi cuerpo no daba para más, tenía las manos hechas un desastre, me lesioné un brazo de llevar tanto peso ya que tenía que coger muchos pantalones a la vez para ir más rápido, la espalda me dolía más que en toda mi vida... en fin, todo horrible. Lo hacia lo más rápido que podía y aún así la encargada me decía que era tonta, que la cabeza no me daba para más, que si no le hacía caso me quedaban pocos días allí, y si se rompía algo directamente venía a regañarme a mi, por absolutamente cualquier cosa que se rompiese había sido yo según ella sin tener pruebas de ello ni nada. Pero lo peor no era la encargada, lo peor era el jefe. Directamente empezaba a gritar a la mujer que había tenido algún fallo o que iba más lenta y le decía de todo, que si gilipollas, que si no sirve para nada, que si está perdiendo dinero por su culpa... eso se llama motivación en el empleo. Las pobres mujeres que estaban ahí no tenían otra opción en la vida que ese trabajo, y tenían que aguantar todas las humillaciones, malos tratos, estar trabajando sin contrato y sin un sueldo fijo (ya que si un mes ibas al medico un día o dos, o varios días eran fiesta te lo descontaban del sueldo y no tenías derecho ni a una semana de vacaciones al año). Total, que llegó un momento en el que yo llegué a estar atemorizada del jefe y cuando se acercaba me ponía tan nerviosa que me salían las cosas mal y eso hacía que me regañase aún más. Luego también había dos compañeras muy desagradables, que me trataban como si fuese imbécil cada vez que les preguntaba alguna duda, se reían de mi o me insultaban o hablaban con desprecio... Aparte al final acabé echando más horas de las que me dijeron, ya que en vez de salir a las 13:15h algunos días salía casi a las 14:00h porque me tenía que quedar descosiendo pantalones que habían salido mal, y por la tarde salía casi a las 20:00h porque tenía que limpiar una máquina y ayudar a descoser también. Luego si llegaba algún día 5 minutos tarde era un drama, pero si me quedaba cada día casi 1 hora o casi 2 horas de más, no me las pagaban para nada. Yo cada vez estaba peor, ya no solo por mi, si no por el ambiente de mis otras compañeras. Me daban PENA, porque llevaban allí años sin poder hacer nada y se notaba en sus caras que eran muy infelices y que no tenían esperanza, ni ganas, ni nada... simplemente todo el día sentadas cosiendo pantalones tantas horas seguidas, sin vacaciones, sin contrato, con un jefe y una encargada que se aprovechaban hasta el máximo de ellas y las exprimian todo lo que podían y más. Al terminar el mes me fui por que no podía más, literalmente soñaba con cortar cinturas y todo el día tenia en mi cabeza imágenes de pantalones, estaba llena de miedo pensando qué pasaría al día siguiente o qué sería lo próximo por lo que me regañarían. Aparte mi cuerpo tampoco podía más, ya que antes estábamos 3 chicas de ayudantes y a las otras 2 las ascendieron a máquina y yo me quedé sola. Imaginad, si antes entre las 3 estábamos agobiadas y no llegábamos a todo como podría yo hacerlo todo yo sola. Pues según la encargada, podía, y si no me iba a la calle. Esos días en los que estuve sola tenía la cara blanca, me mareaba y tenía ganas de llorar todo el rato, hasta que llegó mi último día para completar el mes y ya no fui más.

La jefa me dijo que me pagaría a los 30 días siguientes, que eran las normas. Al mes volví a recoger mi sueldo y me dieron 450€, imaginad mi cara. 

Es increíble como las empresas precarias como aquellas se aprovechan tanto de las mujeres que lo están pasando mal y no tienen otra cosa, como las maltratan sabiendo que ellas no se van a revelar y que no pueden dejar el trabajo... el miedo que llegamos a pasar, los nudos en la garganta, la ansiedad... no sé puede describir tal cosa, ni tampoco a las personas que están al mando de eso y no tienen ni una pizca de compasión.