Mi pueblo...

Sin afán de criticar a nadie, me gustaría exponer lo que ha sucedido en mi pueblo durante los últimos años, como contraejemplo de modelo a seguir.

Mi pueblo tuvo en los últimos años un montón de alcaldes de las más diversas ideologías (es un decir), excepto de IU porque, como todo español sabe, es un partido fantasma heredero de Marx and company que ni siquiera hay que tener en cuenta a la hora de ir a votar, etc. etc.

Hace 50 años, mi pueblo tenía cuatro teatros que funcionaban muy bien, y donde representaban obras las compañías más importantes del país. Fueron cerrando poco o poco hasta que sólo quedó uno... que lleva 7 años cerrado por obras. En mi pueblo, hasta hace unos meses (en una asociación de vecinos) no se pudieron ver representaciones teatrales (exceptuando las de los colegios y demás entidades educativas).

Mi pueblo hace ocho años tenía cuatro bibliotecas, tres municipales y una universitaria (exceptuando las de colegios, institutos y una o dos facultades). Ahora sólo quedan las bibliotecas universitarias: dos de las municipales cerraron y la otra lleva 4 ó 5 años en obras.
En mi pueblo hace veinte años había una gran cantidad de empleo, era el lugar más importante de la comarca porque empleaba a mucha gente de toda la comarca, de toda la comunidad y de todo el país. Ahora esas empresas que daban trabajo a la gente se fundieron en una, prejubilaron a sus empleados y viven más del recuerdo que de la realidad. Antes, trabajar en ellas era poco menos que ser uno más del "populacho" (a los ojos de la aristocracia militar, también decadente, por cierto), ahora los jóvenes darían un riñón por poder ser contratadas por ellas (incluso los hijos de la aristocracia militar).
En mi pueblo hay mucha gente que no tiene para comer pero sí para vestir de marca y ocupar varias cafeterías en una tarde.
En mi pueblo fue durante varios años más importante llenar de pintadas (o limpiarlas de ellas)las estatuas de Pablo Iglesias y de Francisco Franco (cuya casa natal, por cierto, aún no está abierta al público) que terminar las obras de la biblioteca y del teatro o que fomentar la creación de nuevos empleos (eso sí, las becas-basura donde te explotan por 40000 pesetas funcionan de maravilla), o que pavimentar las calles.
Mi pueblo es un poco especial por circunstancias históricas, pero en el fondo es un pueblo como la mayoría de esos que llaman "ciudades pequeñas" (en este caso sería más adecuado decir "ciudad en decadencia"). ¡Esta sí que es la Venecia del norte!

Los alcaldes se han preocupado más de atacarse unos a otros que del pueblo. La culminación de esa guerra dialéctica fue la retirada de la estatua ecuestre del ex-caudillo, que endeudó al ayuntamiento (cosa que sólo importó cuando el nuevo alcalde -¿retirará la estatua de Pablo Iglesias?- anunció que este año el presupuesto no llegaba para costear las fiestas de verano). Al retirar la estatua, se emprendió una nueva obra: la remodelación de la plaza (pobre plaza, será una víctima más del "feísmo" que domina el pueblo vecino, ahora recién nombrado ciudad, también). Hay otras dos obras en proyecto.
Se está terminando el tramo final de la autopista (hacia el cielo je je).
Poco a poco, junto a la juventud que sólo piensa en salir de la miseria con un buen matrimonio (ejem), va tomando fuerza una juventud con interés por la formación y la cultura. No son tan negras las perspectivas de futuro.
Mi pueblo, a pesar de la "lucha de clases" (por suerte o por desgracia, en retroceso), tiene gente muy buena y tolerante, muy bien formada y con una gran capacidad de pensar por sí misma. Lo que no tiene es un alcalde, ni un candidato, a la altura.

Se me olvidaba
Se me olvidaba lo mejor:
Mi pueblo, de cuyo nombre (supongo) que os habréis acordado (o no), tiene una entrada muy bonita con una ría espectacular y rica en almejas.
En esa entrada está el letrero con el nombre del pueblo. Durante unos años, no sin razón, algún gamberrete (o no) se armó de brocha y pintó dos de las letras del nombre del pueblo con pintura blanca, de forma que no se leían, y lo que se leía como nombre del pueblo era "ERRO", que en gallego -lengua del país- significa "error".

Se me olvidaba
Se me olvidaba lo mejor:
Mi pueblo, de cuyo nombre (supongo) que os habréis acordado (o no), tiene una entrada muy bonita con una ría espectacular y rica en almejas.
En esa entrada está el letrero con el nombre del pueblo. Durante unos años, no sin razón, algún gamberrete (o no) se armó de brocha y pintó dos de las letras del nombre del pueblo con pintura blanca, de forma que no se leían, y lo que se leía como nombre del pueblo era "ERRO", que en gallego -lengua del país- significa "error".

Eso es el signo de los tiempos.
Al menos le quitaron la coletilla "del Caudillo"... algo es algo... y no pierdas la esperanza:
"Habrá un dia en que todos, al levantar la vista, veremos una tierra, que ponga..."
(En los puntos suspensivos, cada uno que ponga lo que le de la gana, que para eso es un país libre y tenemos a la Leti)

Eso es el signo de los tiempos.
Al menos le quitaron la coletilla "del Caudillo"... algo es algo... y no pierdas la esperanza:
"Habrá un dia en que todos, al levantar la vista, veremos una tierra, que ponga..."
(En los puntos suspensivos, cada uno que ponga lo que le de la gana, que para eso es un país libre y tenemos a la Leti)