Para entender algo sobre los musulmanes, bin laden, talibanes,........

Wahabismo: La secta del terror.

Autor: Enrique Tiessen Kentzler.

Wahabi Mullah Azim Tariq, Jefe de la unidad terrorista Sipah-e-Sahaba, organización terrorista Deobandi / Wahabi en Pakistán
Arabia Saudita no conoce partidos políticos, ni sindicatos obreros o asociaciones patronales (excepto los cinco mil príncipes de la familia real), ni la libertad de prensa, de información u otras formas democráticas. Para disfrazar la situación existe un Majlis al Shura, asamblea de 90 consejeros nombrados por el rey y sus resoluciones son meras recomendaciones que desoye cuando le conviene.

Las mujeres tienen menos derechos que en Irán y no pueden ni manejar un automóvil. Las penas por faltas a los códigos religiosos son medievales pues no hay legislación civil, y los fundamentalistas aplican la interpretación más rígida de la Sharia religiosa: amputación de las manos para los ladrones, decapitación pública, flagelación, lapidación de la mujer infiel, (nunca del hombre), no se permite practicar otra religión que no sea el Islam; quien organizara una misa católica aún en privado sería arrestado de inmediato y al que predicara el cristianismo se le aplicaría la pena de muerte, igual en Arabia Saudita que en Afganistán.

Si no fuera tan importante para la economía mundial el petróleo saudita (25% de las reservas globales) el país estaría a la cabeza de la lista de los estados infractores en cuanto a derechos humanos y aplicación de leyes injustas. La legitimación de ese estado de cosas en Arabia y la existencia misma de la casa real Saudí, ambas se basan en el wahabismo, una secta religiosa del fundamentalismo islámico nacido hace 200 años, que es doctrina estatal de Saudí Arabia y raíz de los hechos de violencia que practican tanto los talibanes como otros fundamentalista integristas del Islam en todo el mundo, por ejemplo en Timor, en Filipinas, en Indonesia y en el medio oriente (Líbano, Siria, Irak, Irán, etc.).

No todos los musulmanes son asesinos o suicidas, pero todos los suicidas-asesinos son wahabitas, esto escribe el experto islámico Stephens Shwartz en el diario británico Spectator, Los asesinos suicidas de Egipto, de Palestina, de Argelia, los guerrilleros de Cachemira y los Talibanes de Afganistán, todos ellos practican el wahabismo.

¡Quien fue ese hombre que es venerado por príncipes sauditas y por seguidores de Al-Qaeda y otros terroristas islámicos en todos lados, cuyas enseñanzas ascéticas dieron fundamento a los excesos que hoy estremecen al mundo accidental?

¿Cómo comprender a los hombres del turbante negro que pretenden imponer el código del terror a los que no siguen las enseñanzas del Corán y sus estrechas interpretaciones de su mundo medieval?

Mohamed Ibn Abd al-Wahhab (1703-1792) vivió cerca del lo que hoy es Riad, capital saudí árabe, en una vida estricta de ascética enseñanza y oración con sacrificios personales. Predicaba un retorno al verdadero islamismo primigenio: nada de música, (sólo tamborcillo como acompañamiento), nada de rosarios de oración masificada, nada de elementos decorativos en las mezquitas, nada de influencias modernistas en las costumbres, ni alcoholismo, ni permisividad con jóvenes o con mujeres; deberían de vivir como monjes, sin ver el mundo ni tener contacto con las perversiones de un occidente que los amenaza, o que sienten que los amenaza y pervierte. Se trata de vivir el mundo de Mahoma, 1422 años atrás, sin concesiones al modernismo.

Para triunfar en sus enseñanzas al pueblo y realizar su ideal ascético, Wahhab se sumo con su clan wahabita al clan de Ibn Saud, que daría nacimiento a la actual familia real Saudí. Desde 1801 se fijó la práctica del asesinato masivo por motivos religiosos, cuando liquidaron a todos los habitantes de Kerbela en calles y mercados, por simples diferencias religiosas de interpretación islámica.

En 1932 Ibn Saud se proclamó como rey de Arabia, habiendo llegado a un compromiso de gobernabilidad con la potencia colonial británica, reconociéndosele las actuales frontera del reino saudita. Y al mismo tiempo proclamaba el wahabismo como religión oficial del reino y las prácticas de pagar a los ingleses 250 mil dólares por su protección y asistencia en caso de levantamiento de tribus enemigas de los saudis. En 1933 se oficializo el pago de protección con un contrato de la Estándar Oil Company, en la que confluían los intereses de EEUU, Inglaterra y Saudí Arabia para la exclusiva explotación petrolera. A partir de 1945 los ingresos de la familia real saudí se incrementaban con los ríos de petróleo que salían con destino a Estados Unidos e Inglaterra y así nacía la relación especial de los Ibn Saud con la democracia norteamericana; en 1945 se les autorizo la primera base militar en Dahran; hoy existen enormes bases en diversos puntos de Arabia y de sus vecinos, los Emiratos Arabes. Con los enormes flujos de la renta petrolera suavizó la familia real su gobernancia en la península al no cobrar impuestos a sus escasos súbditos y llenarlos de beneficios sociales como atención médica desde que nacen hasta que mueren los saudí árabes, aunque no tengan libertades y derechos ciudadanos. Los príncipes y emires viven una vida relajada y occidentalizada, aunque oficialmente sigan reconociendo el wahabismo.

Una familia fundadora del reino saudita, junto con los ancestros del actual rey Fahd, son los Bin Laden, a quienes se los obsequiaron todos los permisos y concesiones para dominar la vida económica saudí: construcción de casas, ciudades, puertos, aeropuertos, obras hidráulicas, carreteras, etc. Y que por lo mismo ha acumulado enorme fortuna en las más de 200 compañías que manejan en todo el mundo árabe e islámico en general.

El mundo islámico con más de 1300 millones de personas, esta constituido por los siguientes países: Arabia Saudita, Marruecos, Mauritania, Argelia, Túnez, Libia, Egipto, Sudán, Turquía, Nigeria y los países Africanos entre el ecuador y el mediterráneo, Líbano, Jordania, Siria, Irán, Irak, Bahrein, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Omán, Qatar, Yemen, Bangla Desh, Pakistán, Cachemira, Uzbekistán, Kazajstán, Afganistán, Turkmenistán, Azerbaiján, Tadjikistán, Kirguistán, Etiopía, Malasia, Indonesia y regiones considerables de China, la India, Filipinas y varias repúblicas de Yugoslavia. En muchos de estos países se han construido hermosas y amplias Mezquitas con espléndida arquitectura funcional, pagadas con dinero de la familia real Saudita.

Es parte de un acuerdo vital: la familia real saudí, ablanda a los predicadores fundamentalistas wahabitas para que no digan al pueblo islámico la vida pecaminosa de los dirigentes políticos árabes (que viven como opulentos potentados, muy lejos de las enseñanzas originales del wahabismo ascético), y por otra parte, los predicadores como Bin Laden tienen permiso y fondos ilimitados para abrir y operar madrassas o escuelas para formar cuadros y estudiantes del Corán y los campos de entrenamiento para los futuros dirigentes islámicos del mundo. Al menos esa es la intención y la praxis de los wahabitas, como se puede constatar con el modelo wahabita afgano, los talibanes.

La familia Ibn Saud para el precio exorbitante y creciente del adoctrinamiento de las masas árabes en el fundamentalismo integrista, misógino e intolerante, a la vez que subsidia los estudios de los más aptos jóvenes musulmanes en disciplinas y tecnologías modernas, que asisten a las mejores universidades del mundo occidental y todo con el dinero que el petróleo árabe les hace llegar a los potentados del medio oriente.

Así se explica cómo pueden actuar los talibanes con fondos inagotables, para armar guerrillas en Filipinas, en Timor, en el cuerno del Africa y pretender el control del mundo islámico pues amenazan con exponer ante el pueblo y la prensa a los potentados wahabitas como verdaderos traidores a su religión y a los preceptos del Corán como ellos los interpretan, lo que acarrearía su derrocamiento inmediato y su ejecución.

Como comentario a la interpretación anterior, esperemos conocer lo que para el mundo trae el wahabismo en acción, que hemos visto ya en E.U. y que amenaza al resto del planeta.

Cuadro: El número de los hijos de Alá:
(en millones de musulmanes, en cada país y su por ciento en la población
País
Millones %
Indonesia 177 87
Bangladesh 110 87
Turquía 63 99
Egipto 55 90
Argelia 30 99
Pakistán 132 99
India 108 11
Irán 61 99
Nigeria 54 45
Etiopía 28 45