Foro / Sociedad

Para los ciegos que no vemos la benevolencia de los eua.

Última respuesta: 11 de abril de 2003 a las 17:54
I
iacov_5697767
10/4/03 a las 15:51

La náusea

Por Eduardo Galeano

Las bombas inteligentes, que tan burras parecen, son las que
más saben. Ellas han revelado la verdad de la invasión.
Mientras Rumsfeld decía: "Estos son bombardeos humanitarios",
las bombas destripaban niños y arrasaban mercados callejeros.
El país que más armas y más mentiras fabrica en el mundo
desprecia el dolor de los demás. "Nosotros no contamos a los
muertos", contestó el general Franks, cuando alguien le
preguntó sobre los daños colaterales, como se llaman los
civiles que vuelan en pedazos sin comerla ni beberla.
Babilonia, la ramera del Antiguo Testamento, merece este
castigo. Por sus muchos pecados y por su mucho petróleo.
Los invasores buscan las armas de destrucción masiva que ellos
habían vendido, cuando el enemigo era amigo, al dictador de
Irak, y que han sido el principal pretexto de la invasión.
Hasta ahora, que se sepa, no han encontrado más que armas de
museo, en muy desigual combate.
Pero, ¿son armas de construcción masiva los misiles gigantes
que ellos disparan? Los invasores tienen a la vista las armas
tóxicas y las armas prohibidas: las están usando. El uranio
empobrecido envenena la tierra y el aire y los racimos de acero
de las bombas de fragmentación matan o mutilan en un área que
va mucho más allá de sus blancos.

***

En 1983, cuando los marines se apoderaron de la isla de
Granada, la asamblea de las Naciones Unidas condenó, por
abrumadora mayoría, la invasión. El presidente Reagan,
respetuoso, comentó: "Esto no ha perturbado para nada mi
desayuno".
Seis años después, fue el turno de Panamá. Los libertadores
bombardearon los barrios más pobres, fulminaron a miles de
civiles, reducidos a 560 en la cifra oficial, y eligieron al
nuevo presidente del país en la base militar de Fort Clayton.
El Consejo de Seguridad, casi por unanimidad, se pronunció en
contra. Los Estados Unidos vetaron la resolución, y se pusieron
a trabajar en sus invasiones siguientes.
Las Naciones Unidas aplaudieron esas invasiones siguientes, o
silbaron y miraron para otro lado. Y fueron las Naciones Unidas
las que decretaron el embargo internacional contra Irak, que
asesinó mucha más gente que la guerra de Bush Padre: más de
medio millón de niños muertos, a confesión de parte, por falta
de medicinas y de alimentos.
Pero ahora, oh sorpresa, las Naciones Unidas se han negado a
acompañar la nueva carnicería de Bush Hijo. Para evitar que en
las próximas guerras se repita este episodio de mala conducta,
me temo, no habrá más remedio que contar los votos del Consejo
de Seguridad en el estado de Florida.

***

No habían aparecido los primeros misiles en los cielos de Irak,
cuando ya se había cocinado el gobierno de ocupación,
democrático gobierno íntegramente formado por militares de
Estados Unidos, y ya se estaba haciendo el reparto de los
despojos del vencido. Todavía se sigue disputando el botín, que
no es moco de pavo: los fabulosos yacimientos de oro negro, el
gran negocio de la reconstrucción de lo que la invasión
destruye...
Las empresas agraciadas celebran sus conquistas en las pizarras
de la Bolsa de Nueva York. Allí está el mejor noticiero de la
guerra. Los índices bailan al son de la carnicería humana.
En 1935, el general Smedley Butler había resumido así sus tres
décadas de trabajo como oficial de marines: "Yo fui un
pistolero del capitalismo". Y había dicho que él podía dar
algunos consejos a Al Capone, porque los marines operaban en
tres continentes y Capone actuaba nada más que en tres
distritos de una sola ciudad.

***

Y a mí qué tajada me va a tocar, se preguntan algunos miembros
de la coalición. Pero, ¿qué coalición? Los cómplices de esta
misión libertadora, que son cuarenta, como en el cuento de Alí
Babá, integran un coro donde abundan los violadores de los
derechos humanos y las dictaduras lisas y llanas. ¿Y desde
dónde se ha lanzado la cruzada? ¿Dónde están ubicadas lasbases
militares de Estados Unidos? Basta con echar una ojeada al
mapa: esas monarquías petroleras, inventadas por las potencias
coloniales, se parecen tanto a la democracia como Bush se
parece a Gandhi.

***

Es una alianza de dos. Uno que crece, el imperio de hoy, y otro
que encoge, el imperio de ayer. Los demás sirven el café y
esperan la propina.
Esta alianza de dos por la libertad del petróleo, que Irak
nacionalizó, no tiene nada de nuevo.
En 1953, cuando Irán anunció la nacionalización del petróleo,
Washington y Londres respondieron organizando, juntos, un golpe
de Estado. El mundo libre amenazado hizo correr la sangre y el
sha Pahlevi, estrella de las revistas del corazón, se convirtió
en el carcelero de Irán durante un cuarto de siglo.
En 1965, cuando Indonesia anunció la nacionalización del
petróleo, Washington y Londres también respondieron
organizando, juntos, un golpe de Estado. El mundo libre
amenazado instaló la dictadura del general Suharto sobre una
montaña de muertos. Medio millón, según los cálculos que más
cortos se quedan. De cada árbol colgaba un ahorcado. Todos
comunistas, aclaraba Suharto.
El siguió matando. Le quedó el tic. En 1975, pocas horas
después de una visita del presidente Gerald Ford, invadió Timor
Oriental y asesinó a la tercera parte de la población. En 1991
mató, allí, a unos cuantos miles más. Diez resoluciones de las
Naciones Unidas obligaban a Suharto a retirarse de Timor
Oriental "sin demora". El, siempre sordo. A nadie se le ocurrió
bombardearlo por eso, ni las Naciones Unidas le decretaron
ningún embargo universal.

***

En 1994, John Pilger visitó Timor Oriental. Mirara donde
mirara, campos, montañas, caminos, veía cruces. La isla, toda
llena de cruces, era un gran cementerio. De esas matanzas,
nadie se había enterado.
El año pasado, Ana Luisa Valdés estuvo en Yenín, uno de los
campos de refugiados palestinos bombardeados por Israel. Ella
vio un inmenso agujero, lleno de muertos bajo los escombros. El
agujero de Yenín tenía el mismo tamaño que el de las Torres
Gemelas de Nueva York. Pero, ¿cuántos lo veían, además de los
sobrevivientes que revolvían los escombros buscando a los
suyos?
Las tragedias conmueven al mundo en proporción directa a la
publicidad que tienen.

***

Hay periodistas honestos, que cuentan la guerra de Irak tal
como la ven. Algunos, lo han pagado con la vida. Pero hay
periodistas disfrazados de soldados, que más bien parecen
soldados disfrazados de periodistas, que ofrecen versiones
adaptadas al paladar de las grandes cadenas de la
desinformación globalizada.
¿Matanzas en los mercados llenos de gente? Fueron bombas
iraquíes. ¿Civiles muertos? Escudos humanos que usa el
dictador. ¿Ciudades sitiadas, sin agua ni comida? La invasión
es una misión humanitaria. ¿Resistieron algunas ciudades mucho
más de lo previsto? En la tele, se han rendido todos los días.
Los invasores son héroes. Los invadidos que les hacen frente
son instrumentos de la tiranía: los acusan de defenderse.
La mayoría de los estadounidenses está convencida de que Saddam
Hussein derribó las torres de Nueva York. También cree, esa
mayoría, que su presidente hace lo que hace por el bien de la
humanidad y por inspiración divina. Los medios masivos venden
certezas, y las certezas no necesitan pruebas. Pero el mundo
está harto de que una vez más lo obliguen a tragarse, cada día,
los sapos de ese menú.

***

El país dedicado a bombardear a los demás países, que desde
hace añares viene infligiendo al planeta una incontable
cantidad de once de setiembres, ha proclamado la tercera guerra
mundial infinita.
El presidente, que no fue a Vietnam gracias a papá y que sólo
conoce las guerras de Hollywood, manda matar y manda morir.
No en nuestro nombre, claman los familiares de las víctimas de
las torres.
No en nuestro nombre, clama la humanidad.
No en mi nombre, clama Dios.

Ver también

A
aihong_6450201
10/4/03 a las 20:22

Asi es belini...
por desgracia así es...

X
xianli_5826596
11/4/03 a las 17:54

Solo verdades
¿que mas puedo decir?

ISDIN Si-Nails

ISDIN Si-Nails

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