El Gobierno desvela informes del CNI para intentar avalar su versión
Los documentos no apoyan el empeño del Gabinete en primar la autoría de los etarras
Zaplana alega razones de Estado para divulgar los papeles secretos
MARCO SCHWARTZ
MADRID
El Gobierno desclasificó ayer varios documentos, entre ellos dos informes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), para defender su "honorabilidad" y "demostrar" que no mintió al atribuir a ETA los atentados del 11-M. El Consejo de Ministros adoptó la insólita decisión en su primera sesión en funciones tras las elecciones del domingo, comicios que el PP perdió en medio de una ola de indignación ciudadana contra el Ejecutivo por su tratamiento informativo de la tragedia.
El ministro del Interior, Ángel Acebes, y el ministro portavoz, Eduardo Zaplana, presentaron con teatralidad ante la prensa los seis documentos que supuestamente prueban la "inocencia" del Gobierno. Los informes no justifican la obstinación con que el Ejecutivo primó, hasta el mismo día de los comicios, la hipótesis de la autoría de ETA frente a la del terrorismo islámico.
RAZONES DE ESTADO A
las preguntas de los periodistas sobre las razones que motivaron la desclasificación, Zaplana negó cualquier maniobra partidista y adujo motivos de Estado. "No hay nada más importante para la seguridad y el prestigio de un Estado que los ciudadanos sepan que su Gobierno no miente", alegó.
Los informadores preguntaron al ministro por qué no se han desclasificado los informes del CNI sobre la guerra de Irak o sobre el accidente del Yak-42, en el que murieron 66 soldados españoles. "No hemos hablado de eso hoy, pero tomo buena nota de su interés, si eso puede ser un reclamación social extendida", fue la respuesta.
"GRAN CONVULSIÓN"
El documento más elocuente respecto a la autoría de ETA es un informe del CNI fechado el mismo día de la masacre, a las 15.51 horas. En él se da por "casi segura" la culpa de ETA y se sostiene que la banda terrorista buscaba la misma "gran convulsión" que produjo el asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco en 1997.
El otro informe del CNI, fechado el 12 de marzo, a las 16.04 horas, analiza la reivindicación de los atentados por Al Qaeda en un correo electrónico enviado al diario londinense Al Quds Al Arabi. EL CNI considera "altamente probable" que el comunicado lo haya redactado alguien vinculado a la Jihad Internacional, aunque "carente del predicamento suficiente en la organización como para hablar en su nombre". Concluye el informe que la reivindicación es "dudosa".
POR "PRUDENCIA"
Según el ministro Acebes, el CNI daba por segura la autoría de ETA en su primer informe, aunque los expertos añadieron por prudencia el término "casi". Alegó Acebes que su conocimiento sobre el desarrollo de las investigaciones le dio pie para culpar con rotundidad a la banda en su primera comparecencia de prensa el día 11.
Respecto al segundo informe del CNI, el titular de Interior argumentó ayer que en él se "descarta expresamente" la autoría del terrorismo islámico, cuando lo único que se hace es poner en tela de juicio la autenticidad del comunicado.
LA FURGONETA
La mayor andanada de preguntas que soportó el ministro se refirió al punto más polémico del caso: por qué tardó cerca de 10 horas en anunciar el hallazgo de una furgoneta hacia las diez de la mañana en Alcalá de Henares, en la que había explosivos y una casete en árabe con versículos del Corán.
Acebes alegó que la furgoneta fue sometida a una primera inspección en Alcalá de Henares, por la policía científica local, y no hallaron explosivos ni nada que llamase la atención. Luego, dijo, fue trasladada hacia las 14.15 horas al complejo policial de Canillas, donde llegó a las 15.30 horas. Allí se procedió a una inspección más exhaustiva del vehículo y se hallaron explosivos y la casete en árabe. Según el ministro, hacia las seis de la tarde se consiguió traducir la cinta. En su recuento, Acebes dice que compareció a las 20.20 horas para informar del hallazgo de la furgoneta y su contenido, y para anunciar que había ordenado oficialmente abrir una segunda línea de investigación. En realidad, lo que hizo fue insistir en la hipótesis de ETA y sólo habló de la furgoneta porque se lo preguntó un periodista.
De las inspecciones a la furgoneta no aportó el ministro actas oficiales, sino una cronología de los hechos elaborada ayer mismo por el subdirector general operativo de la Policía, Pedro Díaz-Pintado. Este periódico tiene información fiable de que, ya en la primera inspección, los agentes advirtieron un casete con carátula en árabe.
LLAMADAS
Tanto Acebes como Zaplana insistieron en que el Gobierno dijo en todo momento la verdad y negaron que hubiera un empeño deliberado por intereses electorales en atribuir los atentados a ETA. Al ministro portavoz se le preguntó por qué José María Aznar llamó en dos ocasiones por teléfono a los directores de medios de comunicación para insistir en la culpa de ETA, la segunda vez hacia las 20.30 del día 11, cuando ya se había traducido la casete en árabe. "El presidente hizo un ejercicio de transparencia democrática importante y facilitó la información de que disponía", respondió.
LAS EMBAJADAS
Otro de los documentos aportados por Acebes es el telegrama que el Ministerio de Asuntos Exteriores envió a las embajadas españolas el día de la masacre, a las 17.29 horas, en las que les proporciona la información "disponible" y la "hipótesis que se conoce hasta ese momento".
En realidad, el telegrama va más lejos: da por "confirmada" la autoría de ETA y exhorta a los embajadores a que se movilicen para difundir esta versión, incluso desplazándose a los medios de comunicación de los distintos países.
Noticia publicada en la página 006 de la edición de Viernes, 19 de marzo de 2004 de El Periódico - edición impresa.
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