Los libros sagrados, como "La Biblia", para los creyentes tienen su valor en cada frase, en cada palabra. Esa palabra, según ellos creen, se basa al 100% en las genuinas ideas del maestro o profeta que las generó, ya que si no fuera así dejaría de tener sentido todo el movimiento que ha originado. ¿Que valor tendría si distintos escritores hubieran adulterado la versión original alterando incluso la base ideológica y religiosa de la primera versión?
La mayoría de obras clásicas importantes, que se escribieron antes de la imprenta, está demostrado que fueron interpoladas (añadir nuevas ideas de forma deliberada en un libro conocido, no estando estas ideas en consonancia con la doctrina o argumento inicial, adulterando de esta forma el original), en otros casos, suprimidos trozos de texto, alterada su versión original, otras veces se generaron varias versiones o etapas redaccionales. Todo quedaba en manos de los escribanos de la época (grammateos en la antigua Grecia) y en la de los traductores que también tomaban parte, algunas veces sin mala intención, en la degeneración de los escritos originales.
Por ejemplo, la Iliada y la Odisea de Homero está demostrado que fueron alteradas por escritores que no fueron los autores de los textos originales. En los siglos VII y VI a. de J.C., los homéridas (descendientes o discípulos de Homero) difunden el poema por el mundo griego (recitado por rapsodas y aedas) y desarrollan el tema inicial de la Ilíada. Lo mismo hacen con la Odisea y componen nuevos poemas, de los que nos han llegado algunos fragmentos, que forman lo que se denomina el Ciclo troyano, Los retornos, Telegonía (que es una continuación de la Odisea), Versos cipríacos, la Etiópida, el Saqueo de Troya, la Pequeña Ilíada, etc.
Entre los siglos VI y IV a. de J.C., se redactan en Atenas numerosas versiones y copias de los poemas homéricos, bajo el control de las autoridades atenienses. La tradición refiere que una recensión sistemática fue ordenada por Pisístrato, tirano de Atenas entre 560 y 527 a. de J.C.
En los siglos III y II a. de J.C., en Alejandría, los tres grandes críticos Zenodoto, Aristófanes de Bizancio y Aristarco examinan, corrigen y critican los numerosos manuscritos que hay en circulación, y publica cada uno de ellos una edición erudita de los poemas homéricos, en la que adoptan, básicamente, la división en cantos. En el siglo II a. de J.C., Crates, que enseña en la Universidad de Pérgamo (rival de Alejandría), realiza una revisión de la crítica alejandrina y restablece en el texto los versos depurados por los alejandrinos.
La Biblia por supuesto no es la excepción. Yo no quiero aburrir más a nadie y no voy a detallar sobre el tema, ni a poner ejemplos de interpolaciones en la Biblia. Sólo decir que está demostrado que existieron varias corrientes cristianas tras la muerte de Jesús y que lucharon entre ellas para imponer su criterio alterando los escritos del bando contrario. En 1945 se encontraron, en Egipto, los llamados evangelios apócrifos pertenecientes a la corriente perdedora ya que difieren en gran medida de lo que hoy se enseña en la Biblia, el evangelio de Tomás es un ejemplo. Existen precedentes de ampliaciones de la Biblia por criterio siempre humano, son catorce obras del antiguo testamento que, por haber sido escritas en griego y no en hebreo, fueron rechazadas como no canónicas por los judíos. Sin embargo, los doctores que prepararon la Septuaginta los incluyeron en ella, y lo mismo hizo San Jerónimo en la Vulgata. En 1546, el Concilio de Trento reconoció once de estas obras como valiosas, que son las llamadas Deuterocanónicas y sólo tres libros (dos de Esdras y la oración de Manasés), quedaron excluidas de La Biblia Católica. La Biblia anglicana las incluía también hasta 1826, pero se la imprimía en forma separada, entre el Antiguo y Nuevo Testamento.
El impacto de la invención de la imprenta fue tremendo. La producción de libros durante los primeros cincuenta años después de la decisiva aportación de Gutenberg fue, casi con toda seguridad, mayor que en los mil años precedentes. La posibilidad de realizar tiradas de múltiples ejemplares de libros facilitó el acceso de un mayor número de personas en todo el mundo al saber escrito y conllevó radicales transformaciones en la política, la religión y las artes. El saber escrito dejó de ser patrimonio de una élite y se extendió a amplias capas de la población. La escritura fue sustituyendo a la tradición oral como forma privilegiada para transmitir conocimientos, a la par que las publicaciones impresas, como libros o periódicos, se generalizaron. Con tantas copias de originales corriendo por todo el mundo se hizo prácticamente imposible alterar una obra sin ser detectada su adulteración. El primer libro impreso, en 1455, fue "La Biblia", lastima que no se tratase del original... Si Jesús hubiera nacido en tiempos de Gutemberg!!!!
El mundo de la detección del fraude en documentos y textos es fascinante y se podría decir que se trata de una mezcla de ciencia y arte. Animo a quien le interese que lea sobre ello, existen libros de investigación sobre el tema.
Y para finalizar... ¿Esto pertenecerá a los dichos originales de Jesús?:
"Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar en
las sinagogas y en las esquinas de las plazas bien plantados para ser vistos
de los hombres; en verdad os digo que ya reciben su paga.
Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu aposento y,
después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu
Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Y al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que
por su palabrería van a ser escuchados.
No seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis
antes de pedírselo." Mateo 6,5-8
¿Según esto, quería Jesús una iglesia como la actual?
Un abrazo
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