Arturo vio la oportunidad. El asesinato terrorista en Francia le permitía ir de compras a París y de paso ir a la 'manifa' para, por supuesto, colocarse entre los Jefes de Estado y de Gobierno, presentándose ante Europa como un líder mundial.
Los colaboradores del Arturo, dilapidando el dinero de todos, se pusieron, ni cortos ni perezosos, a preparar el sainete al más puro estilo berlanguiano. Pero las autoridades francesas de tontos tienen lo justito, y a Arturo le colocaron de forma ultrajante entre los alcalduchos. La megalomanía del president sufrió un rudo golpe en forma de bofetón a mano abierta. De líder mundial pasó a convertirse en un simplón alcalducho.
Así es que Tv3 recibió órdenes de dar tratamiento de Jefe de Estado a Arturo en la manifa de París, multiplicando el ridículo de este político que destaca por su mediocridad.
El host¡azo que le han dado al señor Menos en París ha sido de vergüenza ajena, a pesar del dinero que han pulverizado. Al presidente de la Generalidad le ha salido el tiro por la culata. La foto de Arturo en la manifa de París no puede resultar más patética