Eliminar cualquier referencia a ETA parece haber sido la consigna durante la instrucción del 11-M. El ejemplo de los informes falsificados sobre el ácido bórico no es el único, ni tampoco el más grave. En el desescombro del piso de Leganés se encontró documentación referida a un comando etarra que operaba en Navarra. Dichos documentos fueron ocultados por la Policía en los sucesivos informes enviados al juez Del Olmo.
L D (Luis del Pino) Rodríguez Zapatero ya lo dejó bien claro en su comparecencia parlamentaria de diciembre de 2004 ante la Comisión del 11-M: en el sumario de los atentados de Madrid no hay ningún indicio que apunte a la banda terrorista ETA. Tres meses después, sus subordinados no dudaban en mutilar un informe pericial para eliminar las referencias a ETA que en él aparecían. El Presidente de Gobierno no podía quedar por mentiroso.
Hace un par de semanas, el escándalo saltaba al conocerse la mutilación de ese informe sobre el ácido bórico que tres peritos habían elaborado. Pero no es el único caso en que la brigada de limpieza de Rodríguez Zapatero ha intervenido en el sumario con el fin de borrar cualquier mención a la banda asesina con la que el Gobierno ha pactado.
Según ha podido saber Libertad Digital, en el piso de Leganés aparecieron documentos referidos a los movimientos de un comando etarra que operaba en Pamplona. El contenido de esos documentos no fue reflejado en las actas de inspección del piso ni en los informes enviados a Del Olmo sobre los efectos intervenidos en Leganés.
La Comisaría General de Información, dirigida por Telesforo Rubio, omitió toda mención de esos documentos en los exhaustivos informes en los que detallaba cada papel y cada libro encontrados después de la explosión del piso. Así, esos documentos no aparecen mencionados ni en el primer informe elaborado por la CGI en mayo de 2004, ni en el mastodóntico informe de 280 páginas que se elaboró en agosto de 2005 detallando toda la documentación encontrada en Leganés. Los abogados personados en la causa no han tenido la posibilidad de analizar dichos documentos, puesto que en la actualidad ni siquiera se encuentran custodiados en el juzgado de Del Olmo.
Los documentos de Leganés y los informes sobre el ácido bórico se vienen a sumar a otros casos de ocultación de datos sobre ETA en el sumario del 11-M, que ya habían sido denunciados anteriormente por distintos medios de comunicación. El periódico El Mundo, por ejemplo, informó hace ya unos meses de que la Policía ocultó la aparición de un temporizador artesanal de fabricación etarra en el registro del piso de Mouhanad Almallah. La emisora CityFM denunció a su vez, hace algunas semanas, que también se ocultó que en el registro del piso de Mohamed El Egipcio había aparecido un teléfono Alcatel One Touch manipulado como los que ETA ha utilizado en diversas ocasiones en sus artefactos explosivos. Libertad Digital, por su parte, también informó anteriormente de que no se han incorporado al sumario, por la oposición de la Fiscalía, las diligencias abiertas por el avistamiento de tres etarras en Madrid en las fechas del atentado.
Rodríguez Zapatero tenía razón: no hay ningún dato en el sumario que apunte a ETA. Todos han sido cuidadosamente eliminados. Mientras tanto, el Gobierno sigue ocultando los informes de análisis del explosivo de los trenes. Pura casualidad, por supuesto.