La opinión de
Human Life International = Iglesia Católica
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En el tema de la homosexualidad, Human Life International mantiene la posición del Magisterio de la Iglesia Católica que distingue entre el pecado, o sea el acto homosexual -- el cual siempre debe condenarse -- y el pecador, es decir, el que comete tales actos -- al cual hay que mirar siempre con misericordia y amor, ya que es un ser humano creado a imagen y semejanza de Dios y por quien Cristo ha dado su vida. El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que los actos homosexuales "son contrarios a la ley natural... Cierran el acto sexual al don de la vida... No pueden recibir aprobación en ningún caso" (número 2357). Por otro lado, las personas homosexuales "debe ser acogidas con respeto, compasión y delicadeza" (número 2358). No obstante, como todas las demás personas, "las personas homosexuales están llamadas a la castidad" (número 2359).
Human Life International también es consciente de que la mayoría de las personas homosexuales no están involucradas, ni desean estarlo, en el movimiento en pro del homosexualismo que busca legitimar este comportamiento. Sin embargo, no se puede negar que actualmente existe un fuerte activismo homosexual que influye mucho en la sociedad y en las conciencias de las personas, algunas de las cuales son precisamente personas con inclinaciones homosexuales. La lucha por vivir una vida casta y moral se vuelve así más difícil para estas personas. El homosexualismo militante también amenaza con socavar la institución matrimonial y familiar, así como con pervertir a niños y jóvenes.
Este desorden moral y social que promueve el homosexualismo militante proviene del hecho de que toda relación homosexual viola tanto el orden natural como el plan de Dios. Como señaló la Carta a los obispos sobre la atención pastoral a las personas homosexuales de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe de 1986, el cuerpo humano "se oscureció por el pecado" como resultado de la desobediencia de Adán y Eva (número 6). "Así el deterioro debido al pecado continúa desarrollándose en la historia de los hombres de Sodoma (véase Génesis 19:1-11)" (ibíd.). "No puede haber duda acerca del juicio moral expresado allí contra las relaciones homosexuales. En el libro del Levítico 18:22 y 20:13, cuando se indican las condiciones necesarias para pertenecer al pueblo elegido, el autor excluye del Pueblo de Dios a quienes tienen un comportamiento homosexual" (ibíd).
Escoger a alguien del mismo sexo para llevar a cabo la actividad sexual es anular la riqueza del simbolismo, el significado y la finalidad del plan de Dios en cuanto a la sexualidad. La relación homosexual no es una unión complementaria conyugal capaz de transmitir la vida, y por ello frustra el llamado a una vida de entrega que el Evangelio considera la esencia de la vida cristiana. Esto no significa que las personas homosexuales no puedan ser generosas, sino que cuando practican la homosexualidad reafirman una actividad sexual que es en sí misma desordenada y no generosa.
Como todo desorden moral, la actividad homosexual no permite la realización de la persona humana ni la felicidad, porque actúa en contra de la sabiduría creadora de Dios. La Iglesia Católica, al rechazar opiniones erróneas sobre la homosexualidad, no limita, sino que más bien defiende la verdadera libertad y la dignidad de la persona humana.
El problema del homosexualismo debe enfocarse de la misma manera que la sociedad ha enfocado el beber y el fumar durante los últimos años. Nadie es capaz de acusar a la organización Madres Contra la Conducción de Vehículos en Estado de Embriaguez o MADD (Mothers Against Drunken Driving) de "odiar" a los alcohólicos basándose en la campaña que llevan a cabo en contra de conducir en estado de embriaguez. Tampoco se ha escuchado que la oficina del Secretario de Salud de EE.UU. haya acusado de "odio" hacia los fumadores a los que divulgan los peligros del fumar. Sólo las personas que realmente se preocupan por los homosexuales y por la sociedad, se toman el trabajo de advertir acerca de las consecuencias de ese estilo de vida nada saludable.
No podemos, en nombre de una equivocada "compasión", destruir, por medio de la aceptación de la actividad homosexual, la estructura matrimonial, familiar y social que ha existido durante miles de años y que ha demostrado ser ejemplar y beneficiosa para la humanidad.
*Si es que esta pagina que encontre por casualidad no tiene desperdicio...de verdad que no.
www.vidahumana.org/vidafam/homosex/opinion_homosex
ualidad.html
Libre, miedo me da...pero mucho, mucho....