Sonó la flauta: la ministra trujillo toma una decisión razonable (en serio)

http://www.elmundo.es/mundodinero/2007/02/14/econo-mia/1171471217.html

La VPO actual es un auténtico despropósito. No se puede consentir que el sistema agracie (utilizo ese verbo porque las adjudicaciones normalmente se hacen en un sorteo) a unos con un piso de VPO con un descuento de más del 50% sobre precio de mercado con respecto a otros que pagan religiosamente sus impuestos y no son en su mayoría (99%) millonarios. ¿Dónde ponemos el caprichoso límite al acceso a la VPO? En una raya que caprichosamente fija el gobernante de turno.

Incluso en el caso de que se pudiera controlar escrupulosamente que todos los que acceden a la VPO cumplen al cien por cien los baremos establecidos se trata de un escándalo. Por qué una persona tiene acceso a la VPO y no lo tiene quien gana 50 más al mes. Es un despropósito típico de las soluciones chapuza que se aplican en nuestro país a todo tipo de asuntos y problemas. Vergonzoso que un gobierno recurra a un sorteo para adjudicar ayudas a los colectivos definidos como beneficiarios de dichas ayudas. Esperpéntico. En Europa pensarán de nosotros lo mismo de siempre, que somos un país de pandereta. Y bien merecido que lo tenemos, por esta y otras muchas cosas más.

La VPO debe ser siempre, absolutamente siempre, propiedad pública. Si un ciudadano disfruta de una VPO y se convierte de la noche a la mañana en millonario, no puede ser que siga disfrutando alegremente de su VPO. Y la solución a eso es que la VPO no sea en propiedad, sino que sea en alquiler, como lo es en todos los países que han sabido organizar de manera adecuada el acceso a la vivienda.

Alquiler público a precio tasado, lo que supone una ayuda mensual para tener un techo. Tasado en función de la vivienda y en función de las posibilidades económicas del individuo, con posibilidad de que fuera totalmente gratuito en casos extremos. Tanto necesitas, tanto te ayudo, principio que debería ser irrenunciable para los poderes públicos cuando se trata de ayudar a los más desfavorecidos.

Y cuando por esos caprichos de la vida el beneficiario de esta ayuda consigue un trabajo con un salario decente, como consecuencia podrá pagarse un alquiler libre, o comprar una vivienda en propiedad en el mercado libre, así que se le invita amablemente a dejar libre la VPO en un plazo razonable, para que sea ocupada por otra persona que sí la necesite, como anteriormente la necesitó el primero. Y que elija entonces si prefiere vivir de alquiler o comprarse una vivienda, para lo cual puede intervenir en este mismo foro y encontrar argumentos a favor de cada una de las opciones.

Cuando la ayuda es modesta, como lo sería un descuento de un par de cientos de euros al mes, la picaresca se reduce a la mínima expresión, porque nadie se complicaría la vida cobrando su trabajo en negro para poder seguir viviendo en su piso de alquiler público, no merecería la pena. En cambio ahora sí merece la pena, porque es un negocio redondo aparentar pobreza hasta ser definitivamente el propietario de un regalo de veinte o treinta millones de pesetas en forma de vivienda con un 50% de descuento respecto al precio de mercado.