Sin afán de polemizar la verdad porque desde mi experiencia creo que es inútil intentar convencer a nadie. En realidad pienso que sólo las personas inteligentes pueden cambiar de opinión en función de los hechos y la verdad que inteligencia en estos tiempos no hay mucha.
CAMAREROS.- ¿De verdad que nadie se acuerda del camarero ése calvo, con la cara colorada y la bocaza de medio lado que te dice "Dime morenaaaaaaza!" y te miraba de arriba abajo como diciendo "lo que no te haría yo a ti guapetona" y daba igual que fueras soltera, casada con cuatro churumbeles o amargá de la vida aaaargh! es que no podía con ellos no podía! me desesperaban! chulos más que un rosbeef, te echan el café de cualquier manera porque no están a lo que están les dejas una propina y te miran como perdonándote la vida y echando un ojo a los 50 céntimos que les acabas de dejar como diciendo "vaya mierda, por esto no te doy ni las gracias!"
Y desde que llegaron los inmigrantes ¡oyee! el servicio ha mejorado pero un 500%, educados, te dan las gracias cuando les dejas una propina, ni están avinagrados, ni te perdonan la vida, ni intentan ligar contigo a las primeras de cambio o si te piropean ves que lo hacen de buen rollo.
TAXISTAS.- lo mismo de lo mismo, harta de ir a Madrid y que me clave el chulapo listo o de que se pongan tontos cuando les digo que por favor apaguen el cigarrillo o suban las ventanillas. Las dos últimas veces me tocó un colombiano y un búlgaro y ningún problema ¡increíble! Hasta le estoy perdiendo el asco al colectivo del taxi.
PELUQUEROS.- Harta estaba, pero harta! de esto que ya no sabes cómo narices explicarte porque no sabes por dónde empezar. El peluquero autóctono es así, él va a lo suyo y tú te fastidias. Unas caras de vinagre! un desinterés en el trabajo! cambias de sitio y más de lo mismo! en una ocasión tuve una bronca con una peluquera y como para darme en los morros me dijo "guapa! que yo tengo dos carreras!" los españoles hemos nacido para ser todos señores no nos equioquemos! los trabajos de este tipo no son para nosotros!
Ahora voy a una peluquería donde tres cuartas partes (a grosso modo) son extranjeros ¡da gusto! hacen lo que les dices sin ponerte mil pegas y siempre con una sonrisa, te atienden bien, te contestan con agrado cuando les preguntas algo, te agradecen las propinas y lo mismo que con el gremio del taxi, incluso casi (he dicho casi) me vuelve a dar igual ir a la pelu que me tenía aburrida.
Sólo son algunos ejemplos. Que hay mucha inmigración mala, totalmente de acuerdo pero para eso el Gobierno debería investigar un poquito quién entra y quién no debe entrar, claro que con todos los progres chillando como histéricos y denunciando racismo día sí y otro también los políticos optan por dejar entrar a todo el mundo, lo bueno lo malo y lo peor y así desde luego apañados vamos.