Zapatero retira otra estatua de Franco y sus socios piden más
ERC e IU-ICV anuncian enmiendas a la totalidad contra la Ley de Memoria Histórica, que consideran humillante
MANUEL SANCHEZ
MADRID.- El gesto de la retirada de la estatua ecuestre del dictador Francisco Franco de la Academia Militar de Zaragoza no le servirá, de momento, ni al Gobierno ni a su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, para calmar a sus habituales socios parlamentarios y lograr su apoyo a la llamada Ley de Memoria Histórica.
El mismo día de una actuación política tan significativa, que podría estar pensada por el Gobierno para apaciguar los ánimos de los hasta ahora socios preferentes del Ejecutivo en el Congreso, ERC anunció y argumentó una enmienda a la totalidad de la Ley de Memoria Histórica, sin ahorrarse adjetivos descalificativos para la actuación del propio Zapatero, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, o el portavoz del PSOE en el Congreso, Diego López Garrido.
Además, IU-ICV también presentará, a primeros de septiembre, una enmienda a la totalidad del proyecto de ley, según anunció ayer el vicepresidente de ICV Jaume Bosch.
Joan Tardà, en una conferencia de prensa celebrada por la mañana en el Congreso, justificó la decisión de su grupo porque considera que la ley de Memoria Histórica es deplorable, humillante, revisionista y preconstitucional, y que en sus actuales términos, nunca tendrá el apoyo del republicanismo catalán, dijo.
Para Tardà, los dos puntos fundamentales en los que sustenta sus críticas están en que el proyecto del Gobierno no deslegitima el régimen franquista al no anular los juicios sumarísimos, y tampoco reconoce la condición de víctima a los represaliados.
Si tiene que haber una ley como ésta, mejor que no la haya, aseguró el republicano antes de reconocer que es triste que ERC tenga que enmendar la totalidad de un texto que viene de la izquierda española. Por estos motivos, Tardà considera que el proyecto del Ejecutivo es una vergüenza para los dirigentes del PSOE, y una falta de respeto para sus bases y para la Historia.
Tardà presentó su propuesta de texto alternativo, aunque admitió que si el PSOE recapacitase, su grupo seguramente sí votaría a favor de una ley que anulase las causas sumarísimas, porque de ello se desprendería una crítica al régimen franquista.
Sobre este asunto, acusó a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, de actuar con deslealtad y rayar en la ofensa, ya que durante el homenaje celebrado en octubre de 2004 en el castillo de Montjuic, dijo que el Gobierno anularía las causas sumarísimas.
En la misma línea se manifestó el vicepresidente de ICV, Jaume Bosch, quien dijo a Efe que IU-ICV basará su enmienda en un informe jurídico elaborado por el ex fiscal jefe anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo, en el que argumenta que los juicios sumarísimos del franquismo están basados en vicios profundos de forma y fondo, fruto de una autoridad ilegítima y contraria a la Constitución de 1931.
Si estos dos grupos políticos se oponen, es más que probable que la Ley de Memoria Histórica se convierta en la primera que sea devuelta al Ejecutivo en esta Legislatura, ya que a día de hoy el Grupo Socialista no tiene votos suficientes para evitar una enmienda a la totalidad si, como es previsible, el Partido Popular también vota en contra.
Tanto ERC como IU-ICV mostraron su disposición a negociar mientras duren los trámites parlamentarios, pero la situación está bastante complicada, ya que ambos grupos plantean asuntos que el Gobierno ha evitado expresamente en su proyecto de Ley y que tienen difícil marcha atrás