Hace unos años tuve la suerte de poder comprarme un pisito en un barrio obrero de un pueblo dormitorio de Madrid, todo era muy bonito, el vecindário tranquilo, la gente encantadora, había paz, los niños jugaban en las calles, en resumen, algo que hoy no existe, Pero un mal dia: ¡TACHAAAAN! un inmigrante búlgaro compró el piso que había encima de mi casa, pagó un montón de millones ¿de donde los sacó si no tenía oficio ni beneficio? y empezaron los problemas: lo convirtió en un piso patera, alquilaba habitaciones a otros INVASORES ILEGALES (si, en mayusculas) que no dejaban descansar a nadie, tuve que llamar a la Guardia Civil en numerosas ocasiones, pero me decían que no podían hacer nada porque estaban con las manos atadas; tiempo después, tras varios altercados con el invasor, cambió de negocio y se dedicó a organizar fiestas a sus amigos. Duró dos años el suplicio. Cuando vendió el piso, el comprador, conocido por mi, me llamó para que lo viera: una habitación para cultivar marihuana y otra para tratarla y venderla. ¿De eso vivia?. Se trasladó a otro sitio pero me imagino que seguirá haciendo lo mismo. A esos que me llaman xenófobo les querría ver con un vecino así en sus casas. Y repito: no soy xenofobo ni racista, soy ORDENADO. Extranjeros a sus paises y todos tan contentos.