Hoy en el tren venía un inmigrante con la musica a toda pastilla. Por si fuera poco, al rato se ha puesto a chillar (porque esa basofia mas que musica son un conjunto de chillidos, sin intención harmonica alguna, a cual mas estridente). Cuando uno de los cansados viajeros se ha decidido a pedirle que escuchara la musica con auriculares o apagara el equipo, el tio se ha puesto gallito, diciendo que él no quería escuchar bethoven (que no sonaba) y que le dejaran escuchar lo que él quería. El tio no entendia que los que no podiamos escuchar lo que queriamos eramos nosotros.
Despues de mandar a unos cuantos a la miherda y a mandar a tomar pol cul0 a otros, nos ha acusado de racistas, diciendo que si escuchara Serrat o Loquillo no diriamos nada, pero que al tratarse de... FLAMENCO, no podiamos soportarlo porque somos unos separatistas de miherda (soy consciente de que el discurso es poco coherente, pero hablaba asin).
Despues de unos intercambis de palabras ha seguido con su asqueroso Flamenco y despotricando de los catalanes.
Por cierto, al levantarme me he sorprendido que no fuera un crio sin cerebro de esos que crecen desubicados, amarrados sentimentalmente a la tierra de jauja de sus ancestros que choca con la dura realidad del "seny" catala, no. Era un tipo de unos cincuenta tacos.
Pero que se han creido estos españoles? ¡que se vayan a su pais si no saben comportarse!