El ex delegado de la Zona Franca de Cádiz se gastó 100 millones de pesetas que no justificó
El informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas sobre el Consorcio de la Zona Franca de Cádiz evidencia la falta de control sobre los gastos del ex delegado del Estado Manuel Rodríguez de Castro, quien no justificó (o lo hizo irregularmente) gastos por 318.536 euros efectuados con tarjetas de crédito corporativas, de 132.222 euros adelantados de su bolsillo y no avalados con facturas y de otros 144.232 euros abonados en conceptos de asesoría externa. Éstas son algunas de las irregularidades señaladas.
- Cesión de facultades. El Tribunal estima que "no puede considerarse prudente" el traspaso de todas las facultades contractuales de obras del pleno al comité ejecutivo del consorcio y de éste al delegado especial. Esto ha supuesto "la desvinculación" del pleno del consorcio "de uno de los aspectos más relevantes de la entidad". Así, revela el informe que "no aparece motivada la adjudicación de dos contratos en los que hubo concurrencia de ofertas".
- Publicidad. La contratación de campañas no se formalizó por escrito. Sobre un contrato de asesoría de comunicación y publicidad, por el que se pagaron 117.798 euros entre 1998 y 2000, "no hay constancia documental alguna de la prestación realizada por la empresa adjudicataria".
- Contratos externos. Un contrato de 1996 para prestar servicios al consorcio en Madrid, que tenía un costo anual de 10.800 euros, se disparó de 1997 a 2000 a 144.240 euros, la mayoría "gastos suplidos que el consorcio abonó sin que la perceptora le hubiera entregado los justificantes oportunos" ni haya "evidencia" del "rendimiento que reportó esta contratación".
- Viajes y comidas. La fiscalización de los viajes y comidas de Rodríguez de Castro se ha visto "limitada" por "el insuficiente control" por y "la insuficiencia de la documentación". El gasto por este motivo fue de 805.356 euros. Parte fueron abonados con la tarjeta del delegado y parte, adelantados por él y reintegrados.
- Tarjetas de crédito. El delegado pagó 318.536 euros con las tarjetas de crédito corporativas para "viajes, servicios de restauración y otros gastos" que no se han podido fiscalizar "adecuadamente", porque sólo se aportaron "los extractos mensuales de las tarjetas" y porque no se hacía constar el "motivo o finalidad del viaje". Faltan datos sobre un gasto de 2.404 euros en un hotel de Madrid en 1999; de 25.843 euros en libros "o artículos varios que parecen tener carácter particular", de los que luego sólo se reintegraron 2.500 euros; de otros 9.616 euros por desplazamientos nacionales e internacionales de varias personas "que el consorcio no ha podido identificar", y faltan por justificar 1.803 euros de disposiciones en efectivo desde la tarjeta que están sin reintegrar.
- Adelantos. Dice el informe, que siempre habla en pesetas, que el delegado adelantó 132.222 euros, que no se han justificado: 19.232 euros están avalados inadecuadamente con facturas "de carácter personal"; otros 5.000 euros son gastos propios, incluidos de servicio doméstico del delegado, y de los casi 77.000 euros de viajes sólo se justifican 10.217 euros.